Como lo mencionamos al inicio de este apartado, toda gran historia hablando desde el Storytelling, debe pensar en su público o audiencia, pues ellos son quienes consumen o harán parte de la narración. La audiencia existe si hay un proceso de comunicación entre el creador y los espectadores, entre el público y la empresa creadora, o si lo ves desde el entorno educativo, entre el docente y sus alumnos. Pero ten presente que las audiencias varían según la época o el contexto social en el que se encuentren, por ejemplo los espectadores de la década del 80 no estarán en el mismo lugar que los espectadores de la actualidad. Esta comunicación ha cambiado por la transformación de la misma, donde dejó de ser unidireccional para convertirse en multidireccional «Las audiencias ya no están donde solían estar en las épocas del broadcasting: quietas frente a la pantalla del televisor.» (Scolari, 2013, p. 226).
Ahora hacen parte del contenido que consumen, lo toman, transforman y circulan, de tal forma que otros usuarios pueden participar y aportar en dichas creaciones. Por ejemplo, haces parte de una audiencia por el gusto a una película o serie, te interesa tanto que la comienzas a consumir desde otros medios, sigues la página de instagram que plantea avances de los capítulos o secuelas, compras mercancía alusiva o representativa de la narrativa o hasta participas en foros donde se discute lo que sucede en dicho universo. ¡Ves! Eres parte de ese universo aunque no lo percibas de esa manera. Dicha situación no solo se presenta en el aspecto comercial, la educación se ha visto afectada, los estudiantes ya no esperan clases catedráticas, buscan ser parte de los procesos de enseñanza-aprendizaje, construir conocimientos junto al docente, de allí la importancia de comprender a quien se dirige el contenido.
Aclaremos algo antes de seguir, las audiencias siempre han existido pero no eran participes en su totalidad de la narrativa que observaban, al variar los intereses y gracias al avance tecnológico, el espectador puede estar más conectado y dar su opinión, hasta llegar al punto de ser creador y proponer nuevas variantes de la historia, a este público los denominamos prosumidor.
Tápate los oídos, no mires a la sirena y reflexiona por un momento todo lo que ha pasado hasta este punto.
Iniciamos hablando sobre qué es narrar, planteando que todos en algún momento de nuestro día contamos historias, y para contar esas historias es indispensable un medio por el cual el mensaje podrá difundirse; también mencionamos que contar dicho relato por múltiples medios se le llama narrativa transmedia y en este universo existen audiencias específicas las cuales participan en el contenido creado, por lo que en este punto vemos cómo se pasa de tripulante pasivo a productor/consumidor, contramaestre de historias es decir, prosumidor.
Ya en este punto eres más que un turista ya eres un marinero experimentado, ahora bien, si quieres saber más, destapa tus oídos y sigue nuestro canto.